lunes, 9 de mayo de 2016

Excursionismo con sabor a Cuba



Al típico ajetreo del parque se le sumaron entonces nuevos rostros. Era poco más de las seis y desde lo lejos ya se veían agrupados en pequeños montículos caras diferentes, ropas malgastadas que nada tenían que ver con los viajeros que usurpaban cada día sus alrededores.


Mochila al hombro, pomos de agua, uno que otro machete y hasta sospechosos paquetes revestidos con nailon dibujan el paisaje del “parque de comunicaciones” aquel viernes en que comenzaría todo.

Los más viejos, o por lo menos los que repetían la aventura por una o infinitas veces, ya no eran los mismos. Despojados del miedo y del asombro de la primera vez, reían, hacían cuentos o atrapan en un fuerte abrazo a los que como ellos llegaban para volver a empezar.

Los primerizos, sentados en sus propios grupos, esperaban el llamado “al abordaje” con bultos superiores llenos del desconocimiento de lo más oportuno para el viaje. ¿Qué podría ser el mejor recuerdo de su vida?


Fuente: Cuba Debate

No hay comentarios:

Publicar un comentario